Miguel Méndez Camacho
En la revista del colegio
una fotografía de veinte años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando:
El gallego Tomás, el pecoso Pedroza
el maracucho Antonio,
que hizo un gol memorable
y ahora tiene una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro - medio
y Juan Ramón “Pocillo”
porque tenía una oreja solamente.
A1 respaldo con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza:
Campeones (con K)...
el nombre y los apodos del equipo,
los goles y su hazaña
con fecha y hora
de esa tarde de marzo cuando fuimos
brevemente inmortales.
Miguel Hernández
Tu grillo, por tus labios promotores,
de plata compostura,
árbitro, domador de jugadores,
director de bravura,
¿no silbará la muerte por ventura?
En el alpiste verde de sosiego,
de tiza galonado,
para siempre quedó fuera del juego
sampedro, el apostado
en su puerta de cáñamo añudado.
"Lentamente ascendió el balón en el cielo.
Entonces se vio que estaban llenas las tribunas.
Habían dejado solo al poeta bajo el arco,
Pero el árbitro pitó: Fuera de juego".
Vinicius de Moraes
"El ángel de las piernas tuertas"
Garrincha, el ángel, oye y asiente: ¡goooool!
Es pura imagen: la G chuta la O
dentro del arco, la L. ¡Es pura danza!
Es pura imagen: la G chuta la O
dentro del arco, la L. ¡Es pura danza!
A un pase de Didí, Garrincha avanza
con el cuero a los pies, el ojo atento,
dribla una vez, y dos, luego descansa
cual si midiera el riesgo del momento.
con el cuero a los pies, el ojo atento,
dribla una vez, y dos, luego descansa
cual si midiera el riesgo del momento.
Tiene el presentimiento, y va y se lanza
más rápido que el propio pensamiento,
dribla dos veces más, la bola danza
feliz entre sus pies, ¡los pies del viento!
más rápido que el propio pensamiento,
dribla dos veces más, la bola danza
feliz entre sus pies, ¡los pies del viento!
En éxtasis, la multitud contrita,
en un acto de muerte se alza y grita
en unísono canto de esperanza".
Hasta aquí, el soneto de Vinicius de Moraes a Mané Garrincha. Ojalá mi traducción les haya traído aunque sólo sea un leve rastro del aroma de Maracaná durante un clásico cuyo solo enunciado también es un poema, de un solo verso: Flamengo-Botafogo.
en un acto de muerte se alza y grita
en unísono canto de esperanza".
Hasta aquí, el soneto de Vinicius de Moraes a Mané Garrincha. Ojalá mi traducción les haya traído aunque sólo sea un leve rastro del aroma de Maracaná durante un clásico cuyo solo enunciado también es un poema, de un solo verso: Flamengo-Botafogo.
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